Reservas en la mira: crece la presión sobre el Gobierno por su política cambiaria

El Gobierno nacional enfrenta un creciente debate por su estrategia cambiaria en medio de un contexto de reservas limitadas y una cuenta corriente en déficit. Mientras economistas de diversos sectores advierten sobre la falta de acumulación genuina de divisas, desde el Ministerio de Economía ratifican que la prioridad sigue siendo la baja de la inflación y no la compra de dólares, al menos hasta que el tipo de cambio oficial toque el piso de la banda, actualmente fijado en $986.
La postura oficial quedó clara luego de la flexibilización parcial del cepo anunciada en abril y del nuevo esquema de bandas cambiarias acordado con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Sin embargo, con el correr de las semanas, el discurso económico comenzó a divergir sutilmente de lo pactado con el organismo. Según el Banco Central (BCRA), intervenir antes de alcanzar el piso de la banda distorsionaría el mercado y obligaría a emitir, lo que atentaría contra la meta inflacionaria.
A pesar de ello, el BCRA aumentó su posición vendedora en contratos de dólar futuro, lo que algunos especialistas consideran una forma encubierta de intervención. De acuerdo con la consultora Outlier, en mayo la autoridad monetaria habría operado por el equivalente a US$1000 millones en el mercado de futuros, aunque los datos oficiales aún no fueron publicados.
Críticas y advertencias desde distintos frentes
El exministro de Economía Domingo Cavallo volvió a cuestionar la estrategia oficial. A través de su blog, advirtió que “la Argentina necesita reservas para sostener las importaciones y los pagos de deuda, más aún si busca remonetizar la economía en pesos y en dólares”. A su postura se sumaron las opiniones de Ricardo Arriazu, cercano al presidente Javier Milei, y Carlos Melconian, quienes también señalaron inconsistencias en el tipo de cambio actual.
Para Arriazu, el país debería sumar al menos US$100.000 millones en reservas, mientras que Melconian fue más directo: “En el tipo de cambio hay un problema. Argentina, a este tipo de cambio, supera cualquier colchón y cualquier Vaca Muerta”, alertó.
El Gobierno responde: “Esto no es 2017”
Desde el oficialismo, niegan que el contexto actual sea comparable con el del segundo año de gestión de Mauricio Macri, cuando tras una baja de la inflación y una victoria electoral, el país sufrió una corrida cambiaria en 2018 y una fuerte pérdida de reservas.
“El error es comparar con 2017. Hoy hay superávit fiscal, no hay emisión monetaria, y el déficit de cuenta corriente es mucho menor”, explicó el viceministro de Economía, José Luis Daza, en una entrevista reciente. El argumento fue reforzado por Vladimir Werning, vicepresidente del BCRA, durante una presentación en El Salvador: este año, el déficit de cuenta corriente rondaría los US$9000 millones, frente a los US$30.000 millones de aquel entonces.
Perspectivas y desafíos
Según Lorenzo Sigaut Gravina, economista de la consultora Equilibra, aunque el tipo de cambio está levemente más apreciado que en 2017, hoy el contexto es más favorable por la mejora en el balance energético. Sin embargo, advierte que las reservas netas siguen en niveles críticos, y que hay utilidades atrapadas que dificultan la salida de capitales privados.
De cara al segundo semestre, el Gobierno apuesta a obtener respaldo en las urnas, completar los ajustes fiscales y, eventualmente, recuperar el acceso a los mercados internacionales sin necesidad de depender del FMI. Para eso, será clave equilibrar la necesidad de mantener baja la inflación con la urgencia de recomponer las reservas.